El amor, en su forma más pura, es esa fuerza espiritual que nos mueve, nos emociona, nos conecta con algo o alguien sin saber exactamente por qué. Es ese misterio que hace que el corazón lata más fuerte. Nos enamoramos de los detalles: el nombre que nos encanta pronunciar, la suavidad de una voz que nos calma y nos excita, su manera de vestir y todo lo que representa esa persona. Así es el branding
Marty Neumeier, uno de los autores más influyentes en el mundo del branding, describe en su libro “The Brand Gap” (2003) que una marca es “una emoción, una conexión intuitiva”. Neumeier subraya que el branding va más allá de los aspectos visuales; es el arte de crear una conexión emocional tan fuerte que la gente se sienta atraída hacia la marca sin razones lógicas o racionales. Al igual que en el amor, esta atracción se basa en un conjunto de atributos emocionales y racionales que hacen que una marca sea única y memorable
EL BRANDING COMO UNA RELACIÓN AMOROSA
Crear una marca es, en muchos aspectos, como construir una relación amorosa. No es solo un nombre, un logo, o una paleta de colores. Es el tono y la voz de la marca, la forma en la que se “viste” y cómo se comunica. Es el conjunto de atributos emocionales y racionales que la hacen única a través de una propuesta de valor. El branding es el arte de enamorar al consumidor, de crear una conexión inigualable que trasciende el producto o servicio para convertirse en una experiencia, en un sentimiento
David Aaker, otro gurú del branding, ha escrito extensamente sobre cómo las marcas deben ser auténticas y coherentes para mantener esa conexión emocional. En su obra “Building Strong Brands” (1996), Aaker argumenta que las marcas que “miman” a sus clientes y se mantienen fieles a sus valores construyen una lealtad que es difícil de romper. Es como en cualquier relación: el amor inicial debe ser nutrido con acciones coherentes, consistentes y auténticas para que prospere con el tiempo
EL AMOR QUE PERDURA
Cuando una marca logra crear esa conexión emocional con sus consumidores, se convierte en algo más que un simple producto o servicio: se convierte en parte de la vida de las personas. Las marcas que entienden el poder del amor en el branding son aquellas que se preocupan por sus clientes. Estas marcas miman a sus clientes, escuchan sus necesidades y responden de manera que el amor inicial se fortalezca con el tiempo
En Indigo Koncept, entendemos que crear una marca es un acto de amor. Estamos aquí para ayudarte a construir una marca que atraiga y genere lealtad a lo largo del tiempo. Si estás listo para crear una marca con alma, agenda una cita con nosotros y comencemos este viaje juntos